Los empleados de confianza, peligro para la organización

confianza

La palabra confianza engloba una gran responsabilidad, el manejo de la confianza está restringido a un grupo o una persona que bien ha merecido esta posición. Ser merecedor de confianza es el premio otorgado a la constancia y lealtad. Que un individuo brinda irrestrictamente a una persona o a una causa específica.

Es común ver en la empresa actual ver círculos de confianza integrados por jefes y empleados. Individuos que a pesar de formar parte de niveles inferiores, más que todo asistenciales. Han merecido por parte de sus superiores, prioridades que no todos los empleados suelen disfrutar. Entre las prerrogativas que estos suelen tener acceso están documentos y manejos internos que no son de dominio público. Así como el conocimiento de información clasificada. Condición que a la larga, puede ser una gran debilidad para la organización ya que Los empleados de confianza, pueden representar un peligro para la organización.

La lealtad es un valor más delicado de lo que parece, las lealtades podrán ser eternas en ciertos casos. Pero en otros, esta puede ser cuestionada al nivel de ser quebrantada y rota. Causando sentimientos encontrados que derivan en un malestar general, que lleva a una de las partes, en la mayoría de los casos la parte más débil. A tratar de manejar la situación en su favor de la mejor manera posible. Haciendo uso indebido de la información que por alta confianza posee. Para causar daños en ciertos casos irreparables a la gestión de su superior o jefe.

En todos los casos es generalizada la búsqueda permanente de los gerentes, de lealtades probadas que contribuyan con su gestión. Entregando su confianza en ocasiones a individuos que a la larga serán un obstáculo en su gestión. Es claro y notable que los empleados de “confianza” en ocasiones utilizan información confidencial de las compañías para hacer daño, una vez fuera de ellas.

Sustituir las vacantes

confianza

En ocasiones las empresas optan por solventar sus plazas vacantes, reorganizando las funciones del personal faltante. De la manera más expedita al otorgar éstas a su empleado de confianza. Siendo más barato y efectivo, sin suponer o asumir riesgos futuros. Bajo esa premisa, se albergan intereses propios del gerente que otorga el ascenso a “empleado de confianza” a sus trabajadores más comprometidos y leales. Sin embargo, en ocasiones éste reconocimiento sólo se traduce en un: “espero más de ti que del resto”.

Si bien el contar con empleados de confianza es algo importante y necesario. Y a su vez es de gran necesidad para la gerencia. Ya que facilita de cierta manera el accionar del gerente, creando una cierta obligación y dependencia en la relación empleado – empleador. Es decir existe una cara no visible de lo que a futuro puede suceder y que es contraproducente para el jefe.

Los empleados comprometidos se pueden convertir rápidamente en adversarios de la gerencia si sienten que se aprovechan de ellos o les explotan. Peor aún es la historia si llegan a ser despedidos por sus directivos, según los estudios, como ex empleados se dedican a hacer más daño moral a la empresa que los que nunca fueron seleccionados para formar parte de ella.

Incluso el más leal renuncia

Ser jefe es sinónimo de grandes responsabilidades, así como también de una mayor necesidad de inversión de tiempo y cualidades. Los empleados leales, son necesarios para cualquier gerencia. En ocasiones son vistos como oportunidades fortuitas que se hacen evidentes en grupos de trabajo. Siendo en ocasiones tablas de salvación. Que pueden llegar a ser difíciles de satisfacer y mantener de acuerdo a las exigencias que estos puedan tener. Esto motivado a los niveles de exigencia y tiempo que estos por su condición de empleado de confianza, debe invertir a la gestión que simplemente es mayor a los empleados comunes.

Es común ver que motivado por el exceso de obligaciones los empleados de confianza claudiquen con mayor facilidad. Es cotidiano que sean ellos los primeros en renunciar si no se siente valorado por la organización. Así como  que sus directivos se aprovechan de su talento y buen hacer para sacar beneficio propio. En líneas generales se sienten abusados laboralmente.

Wayne Hochwarter

Citando textualmente el trabajo desarrollado por el profesor, Wayne Hochwarter. Administración de Empresas en la Universidad Florida State College of Business. Podemos determinar ciertos aspectos que esclarecen de gran manera el tema tratado. El cual consistía en:

Hochwarter encuestó a 1.000 personas, tanto en las ocupaciones manuales y no manuales, para obtener una imagen más clara del concepto de compromiso de los empleados, los beneficios para el empleador, y los posibles peligros cuando no se maneja bien la relación “empleado de confianza- jefe”.

«Los empleados comprometidos trabajan más duro, son más creativos y más comprometidos, y sin duda representan un importante pronóstico de productividad para la empresa», dijo el estudioso. «Sin lugar a dudas, las organizaciones con trabajadores leales contratados han resistido presiones ante la recesión con más éxito”, asegura Hochwarter.

«Sin embargo, esas mismas organizaciones han de ser conscientes al hecho de que incluso los empleados modelo pueden ‘desistir’ si perciben que se les pide hacer más trabajo y con menos recursos, mientras que comparativamente no se les pide lo mismo a sus colegas menos comprometidos con la empresa”. Continúa el experto.

Pero la parte difícil, según el estudioso, viene al intentar conservar a los empleados comprometidos. Y si los empleados de confianza no reciben el apoyo y los recursos que necesitan para hacer su trabajo, suelen empezar a mostrar una serie de actitudes y comportamientos indeseables.