
Las expectativas de venta son las que mantienen firmes las opciones del éxito generalizado de un producto. Por lo cual se realizan todas las gestiones necesarias de producción y generación de proyectos bien estructurados. Para la consolidación y apalancamiento de estos en el mundo competitivo del mercado actual. Es por esto y en pro del desarrollo favorable de toda gestión comercial. Que se contrata o prevé contar con equipos altamente calificados y capacitados para el logro de las metas planteadas previamente. Uno de esos colaboradores vitales es indudablemente, Los representantes de ventas y el logro de las metas.
El establecimiento de metas en los diversos plazos, es de gran necesidad tanto para el producto como para la marca. Los periodos establecidos para la fijación del producto o marca en el mercado. El posicionamiento de este en sectores definidos por el estudio de mercado y aún más importante. La generación de recursos que permitan la circulación de estos, son de gran responsabilidad y obligatoriedad de los grupos o coordinadores de ventas.
Es por tal situación, existe un gran compromiso sobre estos para garantizar el cumplimiento cabal de cada uno de estos aspectos antes citados. A su vez, en caso contrario, cuando existe un procesos contrario o una ineficiencia. En la consolidación de los procesos. Nace la obligación certera del gerente en garantizar la continuidad de su proyecto buscan la solución más expedita. El prescindir de los servicios del responsable en el área.
Gerentes de ventas
Los gerentes de ventas muchas veces esperan hasta el último minuto antes de llegar a la desagradable conclusión de que deben despedir a alguien. Y esperan haber hecho todo lo posible por ayudar a esa persona a hacer bien su trabajo. Incluso después de tomar esta difícil decisión, los gerentes de ventas buscan evitar al máximo. Que este proceso sea lo menos traumático para el afectado directo.
La mayoría de las veces, la razón por la que un representante de ventas. No cumple las expectativas es porque nunca fue el indicado. Terminan por ser despedidos porque nunca debieron ser contratados.
El contratado más idóneo no el necesario
Las decisiones de personal, siempre van de la mano con el azar. Un alto porcentaje de las contrataciones realizadas por la organización. Poseen una cuota de desacierto, la captación del personal siempre contará con la aceptación en el entorno empresarial del sujeto indicado. Que reúne los requisitos y capacidades que la empresa y su producto buscan. Lamentablemente las personalidades diversas no permiten el acoplamiento exacto en intención y acción.
Se cuenta con la intención de seleccionar y contratar. Pero a su vez, en plazo no muy corto las acciones que ejerce el contratado no son lo suficientemente convincentes para el logro de los resultados idóneos.
Aunque tengas todos los procedimientos necesarios para asegurarse de contratar empleados. El error principal de las empresas es hacerlo por necesidad, no por elección. Dicho de otro modo si te urge un representante de ventas y estás buscando una solución rápida. Hay una gran probabilidad de que fuerces el proceso. Piensa en cómo se hicieron las peores contrataciones en tu equipo.
Una gestión basada en la integridad
Desde el concepto de gerente la relación laboral y sus procesos de selección deben estar basados. En la inclusión del personal idóneo y adecuado para el cargo. La selección más idónea no debe tener discusión ni menosprecio de cualidades o requerimientos obligatorios. Mantener la integridad en todo momento es una característica vital. A medida que el tiempo pasa, los criterios del gerente se deterioran. A un candidato le pueden faltar algunas de las características necesarias y no negociables, pero la presión por cubrir ese puesto conduce a la etapa de la justificación.
Las justificaciones inapropiadas de los cargos y sus ocupantes son rasgos de deslealtades tanto con la organización como con la marca y productos. Dilatar las necesidades con candidatos no completos para ejercer. Menosprecian el proceso de creación y ensamblaje del proyecto. Y dejan muy mal parado al gerente al momento de las crisis indeseadas.
Lealtad al proceso y a la marca
La lealtad está presente en todo momento de la relación comercial. La generación de lealtades tanto tangibles como intangibles, generan responsabilidades entre el producto, la marca y la empresa. Faltar a esta, es faltar a cualquier principio organizativo que exalta la creación y sustentabilidad del proyecto en el tiempo. Recuerda que no le ayudas al empleado, ni a la empresa, ni a ti mismo si te quedas con alguien que no debería ocupar ese puesto. De hecho, terminas afectando a todo el mundo.
Si tomas la decisión incorrecta, acéptalo, aprende de ella, haz ajustes, adáptate y sigue adelante. De otra manera, terminarás pasando el resto de la carrera de esa persona tratando de hacer que encaje. Y esa es una pérdida de tiempo.