
Un buen puesto de trabajo, está compuesto por un gran ambiente organizacional de gran comprensión y buenas relaciones interpersonales. A su vez, existen otros beneficios que agregados a una buena remuneración representan los requisitos necesarios para un trabajo ideal. Es muy evidente que la situación económica planteada por la actualidad mundial. Ha propiciado una ambiente de recortes y de reducción de beneficios adicionales a los puestos de trabajo. Menos beneficios, más obligaciones, la polémica laboral actual.
Es prioridad de todo gerente el uso correcto y efectivo de los presupuestos que permiten mantener la operatividad de la organización. La prioridad ahora es recortar gastos y disminuir los beneficios de la fuerza laboral. Es común, la reducción de tareas a manos de un solo operador o empleado.
La búsqueda constante de los presupuestos adaptados a la situación actual. Obliga evidentemente, a los recortes excesivos. Que directamente afectan a la masa laboral.
Optimización máxima y efectiva de los recursos
Los recortes generalmente afectan directamente tanto a gerentes como al resto del personal. Claro está, siempre será más afectada los de más bajo rango, ya que la economía seguirá afectando de manera lineal y sin ningún distingo.
Por otro lado, claramente, los beneficios son un tema delicado, y las empresas, al mismo tiempo que tratan de salir de la recesión, mantener bajos los costes, retener empleados valiosos y reclutar a talentos nuevos, necesitan acordar qué ventajas y qué beneficios están dispuestos a ofrecer desde su propia perspectiva, y desde la de sus empleados .
Los beneficios adicionales, que van ligados a la contratación. Representan una oportunidad adicional para todos aquellos beneficiarios. Tanto de tipo médico como jubilaciones futuras, con dividendos sustanciosos. Aun cuando actualmente estos privilegios ya en gran parte del mundo han ido mermando. Propiciando desventajas para las masas laborales y detrimento del derecho al trabajo. Con tal de reducir gastos y utilizar esos fondos en la inversión propia de la empresa.
La crisis es el pasado, que vengan los beneficios
El constante batallar empresarial, no todo el tiempo está plagado por conflictos y malos ratos. Toda gerencia posterior a la crisis debe considerar que aparte de sus decisiones. Fue la fuerza o musculo laboral quien permitió la superación de esa situación. Es durante tiempos mejores que se debe garantizar los privilegios a los empleados. Es importante recordar que el clima organizacional es completamente sensible a los acontecimientos. Y en caso contrario el mejoramiento de este es motivo de alegría y estabilidad tanto emocional como laboral.
La creación de nexos únicos entre la empresa y el empleado. Garantiza el éxito de la organización. Es muy claro que, superada la crisis, cuesta dar una poco más a tu fuerza laboral, pero Lo que es cierto es que este tipo de beneficios es importante, y los directivos tienen cierta reticencia a la hora de otorgarlos.
Los cambios siempre llegarán
La superación de las crisis empresariales es progresiva. No es de recuperación inmediata, las organizaciones mantienen firmes intenciones de asumir sus obligaciones. Con sus empleados de la manera más cordial pero con las mismas restricciones. Es decir, los beneficios contractuales no son parte primordial de la relación laboral. La reducción de los costos es tarea constante e ineludible.
La mayoría de los expertos coinciden en que los beneficios en general juegan un papel importante en la relación entre el trabajador y la empresa, crean identidad y sentido de pertenencia, que se traducen a largo plazo en una mayor productividad, especialmente en tiempos de recesión.
La promoción constante de la identidad o relación empleado – empleador. Marca la pauta a la hora de ceder espacios y abandonar el puesto de trabajo. Un empleado motivado y que percibe grandes beneficios por parte de su empleador. No se permitirá con ligereza el abandonar ese trabajo. Por lo tanto, un empleado satisfecho e identificado es un gran activo para su organización.
Independientemente de los beneficios que son percibidos por el empleador o el empleado. Si una empresa decide que no tiene más remedio que recortar los beneficios. La mejor estrategia es llevar a los empleados en el proceso, reconocer su labor y motivarlos. Después de todo, la crisis es un trance del que con un poco de paciencia y buena gestión cualquier empresa o país puede salir.
Nunca se debe permitir que las situaciones deterioren o dañen la relación empleado – empleador. Esa acá, donde cumple el rol vital y sublime un gerente altamente efectivo. Buscando la consolidación constante y permanente de esta relación. La innovación creatividad deberá estar a la orden día, no permitiendo que se generen distracciones o descuidos que promuevan el ausentismo laboral o la pérdida del interés e identidad del empleado con la empresa.
Mantener presente siempre el logro de las metas y la identidad organizacional. Promoverá un vínculo irrebatible que permitirá la sostenibilidad del proyecto en el tiempo.