
Todo proceso de ventas tiene cualidades y características. Diferentes que marcan la diferencia de acuerdo tanto al producto como a su naturaleza estacional. Los productos según su naturaleza plantean opciones de mercado y mercadeo diferentes. De igual manera, podemos considerar como factor determinante los factores externos que promueven incidencias tanto positivas como negativas.
Los productos y sus nichos de comercialización son sensibles a los cambios económicos de cualquier tipo. Las pymes como organizaciones nacientes son consideradas como vulnerables antes una crisis económica. Pero, como contrapartida, son mucho más flexibles y versátiles que las grandes empresas. Y pueden adaptarse mejor a la nueva situación si dan los pasos adecuados.
Vender y vender mucho no tiene por qué ser una quimera. La incidencia del tamaño organizacional como factor de riesgo, es por esto que las pequeñas empresas. Pueden llegar a mostrar mejores prestaciones en momentos de inestabilidad económica. Y que movidas por su cortos rangos de acción. Les da mayores oportunidades de fijar estrategias que se adapten a sus necesidades de sustentabilidad. Para adaptarse a un mercado que demanda productos más baratos sin renunciar a la calidad.
Qué podemos hacer para sortear las crisis económicas
Cada una de estas empresas ha encontrado su “fórmula mágica” para que la crisis no les afecte o, al menos, para mitigar en la medida de lo posible los malos resultados. Creando un análisis, que puede dar muestras de secretos o punto tópicos para paliar las crisis. Todo proveedor o vendedor de productos debe considerar. Ciertos aspectos vitales para mantenerse a flote, entre los cuales podemos mencionar:
Bajada de precios
Una estrategia arriesgada pero de cierta manera efectiva. Si bien no catapultara las ventas durante toda la etapa mala de la tienda. Pero si facilitara la rotación de inventarios, claro está la aplicación de esta metodología de subsistencia. Debe estar respaldada con el correspondiente análisis de costo. El cual permitirá cuantificar cuál será el valor de riesgo y la rentabilidad de los productos. Durante el proceso de implementación de este proceso.
Si nosotros como proveedor bajamos, la competencia lo puede hacer también, y así todos perderemos el margen de beneficio. Lo más importante y astuto es la estrategia que garantizara la lealtad del cliente. Ya que es este quien marca la pauta a la hora de los ingresos a obtener. Recordemos que los ingresos vienen de la mano del cliente que adquiere nuestros productos.
Los beneficios adicionales a la compra
Esto reducirá nuestro margen, por lo que habrá que analizarlo bien ya que si abusamos, nuestro producto o servicio puede quedar vinculado al regalo y luego ser mucho más difícil venderlo sin ello. Conseguiremos ventas a corto plazo, con poco margen y probablemente nos dé problemas a medio plazo. Por ello, el regalo debería ser complementario al producto y de valor añadido no económico.
Ofertas y promociones
Las ofertas bien dirigidas, con seguridad permitirán un ingreso en etapas de crisis. Las ofertas sobre productos. Pueden variar de acuerdo a precio, cantidades y asociación de productos. Manejando fortalezas en nuestros productos que sean debilidades en los productos de la competencia. Importante que uno de ellos no esté disponible para la competencia y así poder ser únicos en el mercado. Reducimos margen pero aumentamos volumen de ventas.
Crear servicios asociados a los productos y que necesiten de nuestra relación durante un tiempo determinado:
Nos permitirá tener un colchón de ingresos asegurado durante los tiempos difíciles. Se trata de poder hacer una propuesta muy atractiva de corto plazo. Que invite al cliente a aprovechar la oportunidad. Pero que nos de los beneficios a lo largo del periodo de vida del servicio. Habría que analizar muy bien estos servicios, que tuvieran un contrato mínimo. Por un periodo de tiempo e incluso unas cláusulas de penalización, para evitar sufrir pérdidas.
A la caza del cliente
El eje fundamental de todo negocio es el cliente o proveedor de recursos. Todo vendedor o tienda debe hacer objetivo primordial. El manejo del cliente como baluarte de la empresa, la negociación amigable y decidida a captar toda la atención del cliente. Esta garantizando el éxito absoluto de la negociación a favor de la empresa. Por medio de la fuerza de ventas.
En épocas de crisis las técnicas de captación de clientes. Debe enfocarse a cubrir las necesidades de este y aportar más al resultado de la negociación. Promoviendo en este la creación de lazos entre el cliente y el vendedor. Mejorando y desarrollando políticas de ventas más allá de lo común encontrado por el cliente.
A su vez, se trata es de crear varias propuestas especiales para clientes adaptándolas al perfil de cada uno. Siempre hay varios tipos de perfiles entre nuestros clientes por lo que hay que conocerlos bien para saber sus necesidades. Y si no los conocemos hay que invertir un poco de tiempo en hacerlo.