Cómo perder el miedo a hablar en público

El miedo a exponerte es más común de lo que imaginas, sobre todo cuando te enfrentas o estas a punto de enfrentar nuevas situaciones; muchas veces el miedo va más allá de que otros te vean, sino que hace referencia a un miedo interior, un miedo de qué pasaría si me expongo. A fin de ayudarte a superar esta fase, encontrarás a continuación un desarrollo sobre cómo perder el miedo a hablar en público.

Cómo perder el miedo a hablar en público

Para poder responder dicha interrogante es importante analizar ciertos aspectos que están involucrados de forma directa o indirecta en lo que respecta a los miedos que surgen ante el hecho de hablar en público.

  1. Evalúa tu miedo interior

Como se mencionó antes, muchas veces el temor a hablar en público es ajeno al hecho del qué dirán; es decir, que va de la mano con creencias o prejuiciosos propios de ti.  Por ende, es vital, autoanalizarse a fin de evaluar hasta qué punto dichas creencias son racionales; a la vez que arrancas de raíz aquellos prejuicios que están limitando tu potencial por temores que quizás nunca se han materializado y nunca lo harán.

  1. Aprender a identificar y filtrar las críticas

Cuando se dice que es normal tener miedo a la exposición, es porque es evidente como muchas personas se dan a la tarea de desmeritar a aquel que se expone. Sin embargo, es importante que entiendas que, en la mayoría de los casos, estas críticas no se fundamentan en deficiencias propias del ponente, sino en carencias de aquel que hace visible su crítica.

Es importante tener en claro este aspecto fundamental, ya que te permitirá aprender a manejar la crítica de manera objetiva, a fin de que la misma no te derrumbe.

  1. Identifica el reconocimiento silencioso

Si bien es cierto que los críticos se hacen notar, también es una realidad comprobada de que muchas de aquellas personas que les gusta tu trabajo no suelen exponerlo; sin embargo, pese a su silencio te hacen notar con su constancia que valoran y aprecian lo que haces. Es importante reconocer el valor de quien estima tus esfuerzos, porque serán como esa gasolina que te mantenga activo.

  1. Evalúa quien es más fuerte, tus metas o tus miedos

Ayuda mucho el pensar al momento de sentir que el temor está ganando terreno, en si ¿vale la pena permitir que los miedos sometan tus sueños? ¿Permitirás que el miedo te paralice hasta el punto de evitar que hagas aquello que deseas? Recuerda hacer que tus ganas sean siempre mayores a tus miedos. Tus ganas te darán la valentía de sobrellevar tus miedos y las críticas.

Eres valiente cuando enfrentas tus miedos

El exponerte no quiere decir que no tengas miedo, por el contrario; demuestra tu valor, por hablar en público pese a tener miedo, lo cual te hace una persona valiente; ya que permites que tus ganas te empoderen para seguir adelante.

Cuando sientas miedo, piensa en algo importante: Si desees luchar por lo que deseas pese a los temores; entones estarás formando parte de ese minúsculo porcentaje de la población mundial que lucha por lo quiere; mientras que la gran mayoría ni siquiera lo está intentando.

No limites tus posibilidades por no saber cómo lidiar con esos miedos, prepárate, esfuérzate y logra lo que te propones. Da lugar a las críticas, pero solo de aquellas personas acreditadas para hacerlo y que tengas buenas intenciones; recuerda que no puedes intentar agradar a todo el mundo; es un imposible, será una labor muy agotadora y a la final no te dará buenos resultados.

Agradece aquel que estima lo que haces y esfuérzate por conseguir lo que te propones, mientras luchas con tus miedos.