
Las empresas y compañías dependen de la adquisición de sus productos por parte de los clientes para subsistir económicamente; hay varios tipos de clientes, entre ellos el cliente externo, el cual cumple un papel importante a la hora de generarle ganancias a una empresa; al mismo tiempo que satisface sus necesidades personales.
Cliente Externo, ¿Qué es?
Los clientes externos son las personas que no forman parte de la empresa y pagan a cambio de un bien o servicio que ofrece una determinada empresa; el diseño de los productos y servicios se piensan en pro de las necesidades del cliente externo, estos pueden ser clasificados de la siguiente manera:
Leales: Estos son las bases de una empresa, ya que son los que suelen generar un 50% de los ingresos.
Especializados en descuentos: Estos son compradores que regulan su consumo de acuerdo al grado de descuentos en los productos o servicios que ofrece la empresa.
Impulsivos: Estos siguen sus impulsos al momento de adquirir productos y por lo general suelen comprar en cada tienda que visitan.
Basados en las necesidades: Estos adquieren los productos que son de mayor prioridad para ellos, los productos que adquieren suelen ser productos que en realidad necesitan.
Errantes: Estos no tienen necesidad de adquirir algún producto y lo que adquieren lo hacen de forma esporádica.
Los clientes externos tienden a acudir a las empresas al momento de satisfacer sus necesidades; como por ejemplo, entretenimiento, alimentación, transporte, etc. Este suele retribuir su satisfacción mediante la cantidad de dinero que está dispuesto a pagar; la alta demanda de los productos y los servicios crea un nivel de competencia enfocado en ofrecer a los clientes externos de parte de las empresas productos de mejor calidad.
El cliente externo adquiere estos productos y tiene la opción de elegir entre distintos niveles de calidad; de esta forma el empresario se convierte en una especie de benefactor social; ya que si quiere percibir ganancias debe competir con las demás empresas por ofrecer siempre un producto de mejor calidad a los clientes externos.
Conclusión
Ya que las empresas compiten por proporcionarles a los clientes externos productos cada vez de mayor calidad, en ocasiones se olvidan del bienestar de sus trabajadores; esto genera que los productos elaborados se vean afectados por una baja en su calidad.
Sin embargo, las empresas dirigidas de forma competente no padecen de este problema; ya que logran mantener motivados y felices a los trabajadores y estos al mismo tiempo logran crear productos de mejor calidad que satisfacen las necesidades, los intereses y la felicidad de los clientes externos.
El trato que da la empresa a sus trabajadores se ve reflejado en el trato y la calidad de los productos y servicios que son ofrecidos a los clientes externos; por lo cual, para que los clientes externos estén satisfechos con productos y servicios de calidad se debe procurar satisfacer primero a los clientes internos.