En las últimas décadas el avance de la tecnología ha permitido diseñar soluciones digitales que ayuden a las empresas a ser más eficientes en su desempeño comercial. Dos de los más claros ejemplos lo tenemos en el CRM y ERP, dos herramientas útiles que suelen implementarse; pero ¿se complementan?
CRM y ERP: ¿Qué función cumple cada uno?
Las siglas CRM vienen de “Costumer Relationship Management”, y como su nombre lo indica se especializa en el manejo de la relación con los clientes.
Estos softwares se enfocan en áreas como ventas, marketing y atención al cliente. Su propósito es recopilar información sobre cada consumidor para poder mejorar las ofertas, el trato y en definitiva la relación comercial entre ambos.
Un CRM registra todas las interacciones hechas con cada cliente, ofrece datos valiosos para implementar campañas de marketing exitosas; igualmente facilita las labores de seguimiento y permite optimizar los embudos de ventas para elevar el nivel de conversiones y la tasa de fidelización.
Algunas funciones de los CRM son:
- Gestión de los datos de los clientes.
- Funciones de seguimiento de oportunidades comerciales y creación de tareas con alertas.
- Segmentación de clientes.
- Acceso a informes, estadísticas e indicadores de rendimiento.
- Integración con plataformas de chat o correo, entre otras.
Por otro lado, los “Enterprise Resource Planning” o ERP son programas usados para la gestión interna de las empresas.
Estos softwares se enfocan en asuntos como la logística, el inventario, la distribución y las actividades contables de la empresa. Al implementarlos la empresa puede organizar mejor su trabajo para ofrecer un buen servicio, aumentar la competitividad y reducir costes.
Algunas funciones de los ERP son:
- Gestión de inventario y suministros.
- Manejo de RRHH.
- Elaboración y envío de presupuestos y facturación.
- Gestión de pedidos y distribución.
- Comunicación interna.
¿Se pueden implementar los ERP y CRM a la vez?
La respuesta definitiva es sí.
Ya hemos visto como ambos programas tienen enfoques distintos, uno está dirigido a potenciar la labor interna y el otro a las relaciones externas. Por lo tanto se complementan perfectamente ya que al abarcar distintas áreas pueden perfeccionar el desempeño de las empresas de adentro hacia afuera.
Como resultado las empresas elevan su productividad, reducen gastos de producción, optimizan sus canales de distribución y mantienen contentos a sus clientes; esto se traduce en flujos de ventas constante y una buena gestión en general.
Por supuesto, la adopción de ambos softwares requiere planificación, buena coordinación y tener en cuenta la inversión que supone implementarlos; afortunadamente se trata de herramientas que pueden ser muy rentables cuando se utilizan de manera correcta.
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