
Todo emprendedor sabe que manejar su negocio correctamente es una de las claves más importantes del éxito. Por eso hoy veremos cómo aplicar la gestión empresarial de forma asertiva y eficiente.
¿Por qué es importante la gestión empresarial?
La gestión empresarial es una estrategia de negocios enfocada en administrar correctamente una empresa. Abarca la planificación de proyectos, gestión del personal y de los recursos empresariales para operar satisfactoriamente.
El objetivo de esta estrategia es optimizar todos los procesos de negocios para que funcionen más rápido y adecuadamente. Una empresa bien gestionada funciona como una máquina aceitada, donde todas sus áreas trabajan de forma organizada y en pro de los objetivos comunes.
Cuando una persona emprende, por lo general tiene que administrar solo su negocio. Esto incluye las finanzas, inventario, recursos humanos, etc. A medida que el negocio crece es patente que necesita un plan de gestión empresarial que le permita hacer su trabajo de forma más eficiente.
La figura del gestor empresarial es muy importante, ya que analiza todos los eslabones de la empresa y se asegura de que funcionen según lo esperado.
Una empresa que no sabe cómo aplicar la gestión empresarial no tarda en experimentar problemas graves como:
- Procesos lentos e inefectivos capaces de atender la demanda de servicios.
- Mala gestión del personal que se refleja en la productividad y el índice de error humano.
- Operar es mucho más costoso por lo que no se administra bien el presupuesto, se generan fugas de capital y se obtienen pérdidas.
- No existe una buena comunicación entre áreas, haciendo que el trabajo conjunto sea más difícil.
- La toma de decisiones es inefectiva y no permite el avance y crecimiento de la empresa.
Queda claro entonces que es fundamental que la gestión de tu negocio sea una prioridad para ti.
Cómo aplicar la gestión empresarial en tu empresa
Administrar correctamente tu empresa implica algunos pasos y procesos que el gestor empresarial debe tener a su cargo.
Establecer objetivos
No se pueden establecer planes de proyectos sin tener objetivos, ya que irían sin rumbo fijo.
El gestor debe establecer las metas del equipo, tanto las generales como las específicas y de allí elaborar una hoja de ruta de cómo alcanzarlas.
Formar equipos de trabajo
Una vez definidos los objetivos y el trabajo que se debe hacer para alcanzar dichos objetivos, es hora de repartir las responsabilidades.
El gestor debe decidir quién hará qué en base a sus capacidades y habilidades. Esto es sumamente importante porque de aquí depende la buena productividad.
Crear puentes de comunicación
El gestor debe asegurarse de que todas las áreas de la empresa puedan comunicarse entre sí fácilmente, y deben proporcionarse herramientas para ello.
La comunicación debe ser directa, inmediata y sin intermediarios.
Motivación
El gestor debe supervisar el trabajo que se realiza en la empresa para asegurarse de que se están aprovechando bien los recursos asignados; de la misma forma debe hacer seguimiento de los objetivos para ver si los equipos están bien encaminados.
Muchas veces tendrá que motivar al equipo con reuniones o incentivos para que no bajen el nivel de productividad.
Es recomendable que el gestor tenga a su disposición un potente software de gestión como Impulsa CRM.
Esta herramienta sirve para gestionar tu actividad comercial, la relación con tus clientes y el trabajo de áreas como ventas, marketing y soporte.
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