Los clientes son la base fundamental del éxito de todo negocio, por lo que poder satisfacer sus necesidades y expectativas es imperativo. Pero no todos los clientes son iguales ni tienen los mismos problemas; de allí la importancia de conocer los tipos de segmentación de clientes que hay.
¿Qué es la segmentación de clientes y cuál es su importancia?
Llamamos segmentación al proceso de dividir y agrupar un número específico de clientes en base a sus preferencias o tendencias de consumo. Estos grupos, a su vez, estarán integrados por personas con características similares que puedan ser atendidas más fácilmente.
Esto permitirá a la empresa crear contenido u ofertas personalizadas que interesen más a los miembros de cada grupo o segmento.
Por ejemplo, se puede crear un grupo de clientes potenciales y otro de clientes fijos para atender más fácilmente las necesidades de ambos.
La segmentación se fundamenta en la información que se tiene del cliente, lo que permite adaptar mejor la oferta o propuesta para que esta llame más la atención.
Segmentar es muy importante ya que permite lograr una mayor efectividad en los procesos de captación, marketing y ventas. Además reduce los costos operacionales, los errores cometidos durante el proceso de ventas y mejora la experiencia de usuario.
Las empresas que lanzan la misma oferta a todos sus consumidores son menos efectivas, ya que pueden interesar a una parte pero a otra no. En cambio, la empresa que segmenta sabe lo que le interesa a cada grupo y cuando ofrecerlo.
Ahora bien, existen diferentes tipos de segmentación de clientes que se deben conocer antes de emprender cualquier estrategia de venta.
Los principales tipos de segmentación de clientes
Cómo se dijo antes, no todos los clientes tienen los mismos gustos, problemas o necesidades, sin embargo todos pueden estar interesados en nuestra marca.
El enfoque en nuestra oferta o estrategia debe variar en función del segmento de cliente al que nos estemos dirigiendo. Y por lo general hay 4 segmentos principales que mencionaremos a continuación:
- Segmentación demográfica: Son los clientes que se dividen en función de su edad, sexo, raza, nacionalidad, nivel educativo, etc.
- Segmentación geográfica: Se toma en consideración factores como la localización de la persona, si vive en zonas rurales o urbanas, el idioma que hablen o la cultura del lugar.
- Segmentación conductual: Se consideran los patrones de consumo del cliente o las interacciones previas ya sea en la tienda o en las plataformas digitales.
- Segmentación psicográfica: Es aquella que toma en cuenta el estilo de vida, la personalidad o el sistema de valores del cliente; esto para determinar sus intereses, preocupaciones, problemas, necesidades, exigencias, etc.
Es posible que dentro de una categoría principal se pueda segmentar creando subcategorías.
Por ejemplo, en la categoría de segmentación demográfica se podría dividir al consumidor por su sexo o por rangos de edades. Así se pueden ofrecer a mujeres y hombres, jóvenes o adultos ofertas personalizadas en base a sus gustos individuales.
De esta forma el cliente sentirá que la empresa entiende lo que necesita y que, más que vender, busca suplir una necesidad.
No extraña entonces que las empresas que segmentan a su público vendan más, tengan más clientes fidelizados y fortalezcan su presencia de marca.
