
Como en todo negocio, están los buenos clientes y los malos clientes que no merecen la pena. Pero, existe una forma de poder librarte de ellos, y esto consiste en evitarlos desde el comienzo.
En algunas ocasiones el vendedor tiene la capacidad de poder reconocer un mal cliente desde el comienzo. La mayoría de ellos llegan a cualquier negocio quejándose desde el primer momento que entran. “El negocio está mal, el dinero no alcanza, entre otras cosas.”
Pero, es muy común que algunos vendedores a pesar de saber que no compraran, deciden atraparlos. Esto sucede casi siempre cuando en el vendedor existe un miedo a la escasez de clientes. De tal forma, que deciden atrapar clientes malos pensando que muy difícilmente llegará otro. O que quizás nadie más querrá su producto o servicio.
Cada producto no está hecho para todos y no todos están hechos para cada producto – Liz Lange
Hay que tener en cuenta que muchas personas a pesar de parecer un mal cliente no lo son. Es por ello que al recibir estas señales hay que ser muy cuidadoso. Lo importante al ver un cliente es observar qué tipo de señales ofrece, así como fijarse en las tendencias.
Aunque estas señales no son muy fáciles de detectar, con la ayuda de la experiencia se irán reconociendo cada una de ellas.
Principales señales de un mal cliente

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Negociadores demasiados duros
Es muy común que durante una negociación se tense un poco la cuerda. Es normal que el vendedor comience ofreciendo un precio muy alto, mientras el cliente uno muy bajo. Esto para primar la negociación o marcar una pauta a su favor.
Pero si durante esta negociación el cliente es demasiado duro, es decir demasiado intransigente o irracional, seguramente será un mal cliente. Este tipo de personas no suelen estar realmente interesados por el producto o servicio. De otro modo, solo será una pérdida de tiempo para el vendedor.
Según Ryan Castillo, expresó a través de una frase algo muy cierto para detectar un mal cliente. “Por qué debo pagar x precio, cuando alguien está dispuesto a pagar y precio.”
Ese tipo de pregunta o de acto de inmediatamente demuestra que estamos en frente de un mal cliente. Esto quiere decir que esa persona solo le interesa el dinero y no el producto o la calidad del mismo. Si alguien está interesado en adquirir dicho producto lo hará de forma inmediata sin prestar mucha atención al precio del mismo.
Muchos de ellos solo intentan marear al vendedor hasta lograr sacar el producto al precio que desean. Sin embargo, el vendedor está en el derecho de cerrar la venta desde el primer momento que el cliente no cede.
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Tardan en llegar o demoran en responder
Sí el cliente no responde los correos, mensajes o llamadas. Además, suelen llegar tarde a las reuniones, estamos en frente de un mal cliente. Para empezar, esta persona no es profesional, o simplemente no respeta el tiempo de la otra persona. Teniendo en cuenta que el tiempo es lo más valioso e importante para el ser humano. Esto puede implicar un mensaje más grave: “no nos respetan a nosotros.”
Cuando alguien tiene este patrón, lo más seguro es que sea un mal negociador.
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Cliente intenso desde el primer día
Una vez todo ha quedado claro en cuanto al precio y lo que incluye el servicio. Pero de pronto, el cliente ha comenzado a hacer nuevas exigencias, como que quiere tener algo más, alargar el tiempo de trabajo, pedir algo que no está incluido en el producto o servicio desde el primer día.
Del mismo modo, existen personas que una vez se han pactado ciertas cosas, comienzas a discutirlas.
Cuando hace todo esto en un corto tiempo de haber hecho algún negocio, es una mala señal. Probablemente se está tratando con uno de esos malos clientes. Lo más recomendado en estos casos es cortar relaciones con ellos lo más rápido posible.
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Nada de adelantos, contratos o nada por escritos
Esta es otra de las características habituales de los clientes. Muchos de ellos solicitan algún tipo de servicio, pero no aceptan dar un adelanto, hacer un contrato o algún documento por escrito. Ellos se argumentan con la palabra sobra.
Es fundamental que al momento de vender un producto o servicio todo se realice bajo un contrato. Si es el caso de un producto bajo la facturación del mismo. Esa es una política de un profesional.
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El cliente va en contra de uno de tus principios básicos
Todo emprendedor, comerciante o ejecutivo debería tener consigo un conjunto de principios fundamentales que no se deberían romper. Dicho de otra forma, un conjunto de reglas en el negocio. Es por ello, que ningún cliente o trabajador tendría que romperlas. Si en dicho no negocio no se trabaja los fines de semana, no debería hacerlo por satisfacer un cliente. Si está prohibido dar el número telefónico, no se debe dar bajo ningún motivo.
Si hacerse de un cliente implica romper alguna regla del negocio, probablemente se está ante un mal cliente. O mejor dicho, un cliente que pueda que no sea malo, pero que de cierto modo nos podamos arrepentir.
Los principios en un negocio es un punto muy importante. De ellos dependerá que tan bien o mal pueda funcionar.