Desarrolla tu comunicación no verbal en las ventas

En el proceso de compra y venta juega un papel destacable la conexión que se establezca entre el vendedor y su potencial cliente. Una relación amena y fundamentada en la confianza es fundamental al momento de cerrar una negociación. La confidencialidad exige más que palabras para alcanzarla; se requiere de una efectiva comunicación no verbal en las ventas para lograr que ambas partes disfruten de la presencia del otro.

Cuando nuestro cuerpo transmite la información adecuada, nos sintonizamos con el entorno. Sin embargo, en oportunidades cuando dejamos en evidencia nuestras inseguridades personales o sociales y terminamos generando una comunicación inadecuada que puede ahuyentar a otras personas y, por consiguiente, impedir el alcance de la venta.

¿Cómo mantener una exitosa comunicación no verbal en ventas?

Alimenta tu empatía, demuestra que te interesan las necesidades de tus clientes. Acércate a ellos, conócelos como personas. No se trata únicamente de cerrar la venta, sino de que el cliente se lleve un producto que desea y, con la tenencia de este, logrará mejorar su vida.

Evita los movimientos bruscos, estos gestos pueden resultar agresivos a los ojos del cliente. Le repentino de ellos ocasionarían una sensación de ataque en la otra persona. Experimenta, en su lugar, movimientos sutiles que demuestren tranquilidad y confianza, de este modo obtendrás resultados más satisfactorios.

Controla las manías, este es un punto tan importante como los anteriores pero que solemos obviar porque escasamente somos consciente de ello. Las manías sueles ser movimientos involuntarios realizados por una persona, se caracterizan además por la repetición excesiva y molesta para quienes te rodean. Evidencian nerviosismo, falta de dominio, inseguridades  y son ideas que debemos evitar transmitirle al cliente.

Mantén una mirada de negocios, una mirada baja suele expresar inseguridad; por su parte, una mirada por encima del interlocutor, revela ínfulas de superioridad. Lo ideal es hallar el equilibrio entre estas para transmitir el mensaje adecuado a tu receptor. Tu fin es situar en un punto estable ubicado en el triángulo que forman los ojos y el centro de la frente. En este punto comunicamos serenidad y el control de la negociación.

Cuida la proximidad, no invadas el espacio de tu cliente. Algunos desconocen los límites para acercarse a las personas con quienes dialogan. Lo recomendado es establecer una distancia prudente y que permita nutrir continuamente la conversación.

Sonríe, quien sonríe es feliz y todos quieren rodearse de personas así. Ningún usuario espera entrar a un establecimiento comercial y ser atendido por un vendedor malhumorado o depresivo. Sonreír te permitirá comunicar un lenguaje positivo y ameno.

La comunicación por parte del prospecto

Como cualquier acto comunicativo, el proceso de ventas requiere de al menos dos actores. Si bien es cierto que debes seguir los consejos antes mencionados; también es necesario que prestes especial atención a las respuestas no verbales de tus clientes. Los movimientos de sus ojos, ademanes, expresiones faciales, la postura de su cuerpo y manos, también pueden orientarte en el posible resultado que obtendrás. Por ello, no dejes perder ningún detalle. Enfócate en estudiar tu presentación frente a un espejo y, cuando lo consigas, ve y sé el vendedor atento que tú mismo esperas que te reciba cuando lo precises.