Ser eficiente y capaz, te hace esclavo

La eficiencia es sinónimo de proactividad, característica de gran mérito en el mundo empresarial. Ser eficiente proporciona una serie de oportunidades que beneficiaran al individuo enormemente. Desde mejores cargos dentro del aparato empresarial. Hasta puestos de confianza al lado de jefeslíderes altamente efectivos. El conflicto nace en el momento en que, tu jefe limita tu crecimiento y no permite tu emancipación o crecimiento dentro de la organización. Es acá donde notamos que Ser eficiente y capaz, te hace esclavo.

La apreciación inmediata de la situación podría ser, el temor por parte de los jefes de perder un personal de primera línea que respalda en todo momento. A cambio de una nueva búsqueda que podría ser infructuosa. Para reponer la vacante del personal de confianza perdido recientemente por haber recibido una promoción o ascenso. A los directivos les preocupa el vacío que dejan los expertos al ascender, y el desempeño de estos en sus nuevos cargos.

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Habilidades y destrezas

Las habilidades y destrezas determinan tu futuro en cualquier organización. Recibir incentivos a través de promociones en cargos superiores. Es beneficioso tanto para el empleado como para la organización, para ambos existe una garantía de efectividad y eficacia en pro del logro de los objetivos empresariales. A su vez, la vacante que se genera puede causar incomodidades a la hora de seleccionar un personal que cumpla con las expectativas necesarias.

Contar con ciertas habilidades como empleado en determinadas tareas no garantiza el éxito de una gestión una vez ascendidos. Los expertos confirman que, según estudios. En algunos casos quienes fueron persuasivos vendedores una vez promovidos realizaron una gestión más bien mediocre como gerentes.

También se puede manejar el escenario en que el recién ascendido no cubra las expectativas del nuevo cargo. Por lo tanto, existe un temor por parte de los jefes a promover a su empleado de confianza. Es acá, donde la visión del buen gerente debe contará con la pedagogía necesaria para transmitir sus habilidades y propagarlas entre el resto del personal

Citando textualmente, contamos con la opinión del experto en liderazgo y formación Dan Bobinski la situación no está sometida al factor “suerte”. Sino más bien a la preparación previa que ha recibido el futuro ascendido de parte de su superior para constatar que esté verdaderamente listo para ser promovido dentro de la empresa. Escrutar bien el terreno es el deber de un buen gerente, si no desea equivocarse en su elección a la hora de reconocer la labor de un empleado sobresaliente.

Azares del destino

El azar no siempre acierta, no es común que un empleado recién promovido sea un total fracaso en el nuevo cargo. Pero si se puede presentar la situación, siendo un efecto colateral de un jefe o líder inexperto que no cuenta con la visión correcta a la hora de seleccionar un personal habilidoso.

No siempre el sujeto seleccionado es el mejor preparado. Asumir nuevos retos empresariales muchas veces puede ser un factor intimidante. Que inhibe las funciones del empleado de confianza. Es acá donde no cuenta lo carismático y jovial que pueda ser el recién ascendido, sino sus habilidades y destrezas en el manejo de las situaciones que deba afrontar. Debemos considerar también la forma de gerencia que este tenga a bien aplicar. No todos tienen las cualidades de líder, es común ver posturas autocráticas y dañinas que afectan una gestión. Cuestiones de egolatrías escondidas que no se ejercen cuando estás en un nivel bajo en la escala de poder. Es decir, piensa que ha alcanzado el puesto que ambicionaba y ya no hay más por hacer, gran error.

“Dependiendo del puesto, se puede o no contar con determinadas habilidades como empleado y aspirante al ascenso (aunque casi siempre ayuda para la mayoría de puestos de trabajo tener ciertas habilidades)”, aclara el especialista.

Es acá, donde la inteligencia y pericia de un jefe líder nato entra en práctica. Se debe reconocer y aprovechar las situaciones y características que te llevarán al éxito empresarial en tu nuevo cargo. Claro está, en conjunto con las habilidades y conocimientos empresariales. La compresión, comunicación, justicia, y equidad. Harán del recién promovido un fiel líder ante sus empleados como de sus superiores.

“Para tener éxito, los gerentes deben aprender a dominar los matices de las personas que conforman su equipo y también controlar la habilidad que tienen sus candidatos para comunicarse con los demás, a fin de hacer más eficientes los procesos. Además, deben aprender a entrenar a los empleados de primera línea. Todas estas un conjunto de habilidades totalmente nuevas. Pero necesarias para muchos”, apunta Bobinski.

La teoría como enfoque gerencial

Es relevante que el conocimiento que debe poseer cualquier líder empresarial debe estar nutrido por conocimientos. Tantos profesionales, como personales y de funcionamiento interno, es decir normas y procedimientos propios de la organización. El conocimiento general de la empresa es  vital, desconocer estos es garantía de fracaso inminente. Los programas de gestión y formación de las empresas en donde se enfatiza en las habilidades «duras» de dominar presupuestos, fijación de metas y planificación es más que suficiente. Así como también el comportamiento humano y de interacción social con su ambiente de subordinados.

Es obligación de la alta gerencia, gestionar y dedicar una parte de su accionar en crear identidad empresarial. La activación de procesos fluidos donde la retroalimentación haga su parte es indispensable a la hora de afrontar estos cambios de personal. Estando en sintonía constante con las necesidades básicas de su plan estratégico empresarial. Así como la divulgación constante de su visión, misión y objetivos empresariales.