Manejar el mercado a nuestro favor parece ser el objetivo más evidente cuando nos proponemos el estudio de estrategias de marketing y el desarrollo de estas para crear campañas de publicidad que se encarguen de presentar a un público un producto o servicio destinado a vender. Sin embargo, uno de los elementos más cruciales de todo este mundillo debe ser estudiado con cautela, tanto, que es necesario desprenderlo de la línea del marketing para conocerlo de verdad. Nos referimos a la publicidad, que hoy vamos a estudiar desde otro punto de vista.
Definiendo «solo» la publicidad
Existe la posibilidad de desarrollar un concepto de publicidad más allá del marketing, pues, a pesar de que el arte de manejar, comprender y analizar el mercado tiene ya varias generaciones en la sociedad, tenemos que entender que la propaganda y la promoción no son lo que define a la publicidad en sí.
Según la etimología de este término, publicitar es crear público. Es decir, el desarrollo de un conjunto de técnicas destinadas a transmitir un mensaje a un determinado cúmulo de personas que juntos, son capaces de procesar ideas y tener un criterio sobre eso que se está informando.
Es aquí cuando entendemos que la publicidad es mucho más que informar, porque el proceso no termina cuando impartes un mensaje, sino también cuando estudias el resultado obtenido en la masa de personas que lo recibieron y cuál es la conversión obtenida de tal acción.
Hasta el momento de la conversión, el concepto que hemos definido de publicidad no tiene al mercado incluido. Es decir, ¿que la publicidad no necesariamente tiene que ver con el marketing? Pues es así, y para poder comprenderla, tienes que dominarla en su estado más puro, más natural, para así atender su verdadera importancia, lejos de transmitir una idea para que el receptor compre el producto o servicio que tú quieres vender.
Es en este momento entonces cuando tenemos que buscar formas y estudios que nos permitan comprender como se hace eso de publicitar sin vender. Para eso, no es necesario tocar más aspectos que no sean los sociales, para fomentar ideas que permitan que se cumpla un objetivo determinado por la estrategia sin caer en lo habitual del marketing que no es más que vender.
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Estaremos en las siguientes semanas desarrollando alguna idea para que sirva de ejercicio y aprendizaje en el proceso de formación. No dejes de compartir.
