El joven, la sociedad y la jornada laboral

 jornada laboral

La jornada laboral pocas veces se adaptan a los empleados, por lo general, son los empleados los que deben adaptarse a las faenas laborales y sus tiempos obligatorios. En ciertas ocasiones, ciertas personas permiten sobreponer. A la jornada laboral su tranquilidad y descanso. Muy común esta característica en personas jóvenes, que establecen otras prioridades antes que ganar mayores sumas de dinero. De acá, deriva el tema tratado. Soy joven, primero descanso, después trabajo.

Estudios previos reafirman, que este comportamiento se refleja frecuentemente. En la población juvenil, ellos valoran más la flexibilidad horaria que el salario en las empresas. Jóvenes del nuevo milenio, con personalidades más desinteresadas y más relajadas. Abogan más por la flexibilidad de los horarios en sus responsabilidades laborales. Es decir, no es prioritario para ellos, obtener ganancias sustanciales por sus obligaciones laborales. Sino que es más importante, sacar el mayor provecho posible a sus ratos libres y de esparcimiento. Es decir, podemos asumir que la parte social tendría cierto nivel de injerencia en este tipo de pensamiento. Los estudiosos han decidido denominar “la generación del milenio”, personas entre los 20 y 30 años, nacidos entre 1980 y 1995.

Un cambio constante

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Como bien sabemos, el ser humano en su constante cambio o evolución. Ha inducido a la empresa y sus filosofías de gerencia, a adaptarse lo más rápido posible a esta volatilidad. En líneas generales la evolución plantea el ritmo en que las cosas deben caminar para poder encajar en. Tanto en el ser humano como en la cualidades actuales del mercado.

Si bien podemos asumir, que todo cambio debe seguir una proceso rutinario y de adaptación. En la actualidad la optimización del tiempo y los recursos, podrían ir en sintonía con las necesidades de buscar horarios más flexibles. Que permitan un mejor uso de las jornadas laborales y a su vez. Una vida social activa y más acorde con las exigencias actuales. Generadas por la misma sociedad y por su deseo de tener mayor calidad de vida.

Una población más preparada y versátil ha requerido que los líderes replanteen la temática universal de trabajo y valoren mucho más la dedicación y las horas invertidas en una labor por parte de un empleado.

Según los expertos, los resultados obtenidos de los cuales hace eco el digital especializado Management-Issues, los investigadores encontraron que los “milenarios” como ha calificado a los jóvenes que comprenden esta categoría de amantes de la flexibilidad.  Tienen más probabilidades de permanecer en un puesto de trabajo si se sienten apoyados y apreciados, requieren mayores estrategias de incentivos y son parte de un equipo cohesionado y con mayor conciencia de flexibilidad sobre dónde y cuánto trabajan.

Esto contrasta con la generación no milenaria, que pone más importancia en la remuneración y las oportunidades de desarrollo que en el tiempo libre que tengan.

Ni un minuto de duda…

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La sociedad actual, se ha caracterizado por darle prioridad a las experiencias rápidas. Es decir, existe un enfoque en la adquisición de conocimientos y experiencias. De una manera acelerada y desmesurada, con una necesidad impetuosa de aplicar lo adquirido y enriquecer sus vidas de manera instantánea. En muchas ocasiones, la influencia de las redes sociales induce a los jóvenes a buscar opciones de crecimiento o enriquecimiento inmediato. Las cuales en ciertos casos pueden ser positivas o negativas, por ejemplo: trader, youtuber, entre otros. Siempre y cuando puedan verter sus conocimientos en una labor justamente remunerada y que les permita disfrutar de sus vidas personales.

La práctica de recorrer el mundo, es valorada de forma inmediata por un joven milenario. La posibilidad de recorrer mundo y adquirir conocimiento que sus entornos actuales puedan estar limitadas o sesgadas. Es de gran importancia para ellos, adquirir mejores conocimientos tanto profesionales como vivenciales, es vital.  Por consiguiente existe un factor de importancia que retroalimenta el proceso productivo. Adquirir conocimientos para luego ponerlos en práctica en su país.

Sin embargo, a diferencia de las generaciones pasadas que estaban dispuestas a trabajar más allá de sus horas contratadas con la esperanza de ascender a cargos mejor remunerados más adelante, los milenarios están más dispuestos a renunciar a un empleo para conseguir un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

Crear conciencia milenaria

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Las prioridades laborales de los jóvenes milenarios, no presenta ninguna similitud con la generaciones anteriores. Para los milenarios, es de vital importancia, una reafirmación constante de su labor en la organización, lograr la holgura laboral y el equilibrio. Entre sus relaciones sociales y su vida laboral. Poseen la capacidad de renunciar a cualquier tipo de incentivo monetario si alguna de estas necesidades no se encuentra en sintonía. Están dispuestos a dejar de lado aumentos, promociones o ascensos, entre otros.