
Todo ser humano posee la ventaja de ofrecer su punto de vista ante cualquier situación, pero a veces nos resulta más cómodo aceptar que rechazar; por ello, aprende a decir no cuando de verdad notes que sea preciso, basándote en tus limitaciones, en las consecuencias que este puede acarrear y sobre todo, en tu tranquilidad mental.
Es cierto, nos pasamos la vida pensando en lo que está bien o mal, apartando muchas veces nuestras necesidades para quedar bien con los demás; quizá por miedo o remordimiento no nos atrevamos a decir que “no”, ya sea por motivos de mentiras, temor a perjudicar los sentimientos ajenos; pena u otras emociones existentes en el ser humano.
Por tanto, es importante que sepas cuando negar, aunque no te resulte sencillo, para que puedas mejorar aspectos como tu vida personal, familiar y social. Debes acabar de una vez por todas con la idea de no establecerte tus propias restricciones sólo por el hecho de querer complacer al prójimo; aunque la respuesta dada pase por encima de ti.
¡No te confundas, aprende a decir no!
Decir que “no” es una decisión muy personal, cada quién es dueño de aceptar o rechazar cualquier situación que se le presente en un momento dado. Es importante mencionar que, antes de emitir esa respuesta, pienses con total serenidad si te satisface, ya que; si es perjudicial, tienes todo el derecho de evitar hacer esas cosas que no deseas.
Por consiguiente, aprende a decir “no” con total firmeza y sin arrepentimientos. Para lograrlo debes seguir algunas indicaciones que te ayudarán a mantener la calma; esto generará que pienses muy bien las cosas antes de emitir cualquier decisión.
- No temas a los pensamientos ajenos, piensa en tu bienestar.
- No puedes sentirte responsable de todo y, por consiguiente, buscar defender lo indefendible; sobre todo cuando existe una realidad que no puedes cambiar.
- Es normal poseer nervios, todos los seres humanos lo sufren, pero tú tienes el control.
- Analiza siempre el pro y el contra de la situación asumiendo que ya tomaste una decisión, sin todavía haberlo hecho.
- Practica frente un espejo, mírate y escúchate decir “no” sobre algún escenario, de esta manera ayudarás a que tu cerebro se adapte a la tranquilidad emocional.
- Haz comparaciones con aquellos eventos que te resultan más fácil decir que “no” y los que te cuesta mucho más; así podrás analizar y descubrir qué sucede.
- Aprende a decir que “no” sin pensar en las explicaciones que tengas que dar a los demás.
- Si te encuentras en un entorno dónde “tu yo interno” te anuncia decir un “no” y por el contrario emites un “si”; créeme que estas tomando la peor decisión de tu vida.
¡Eres libre, la decisión es tuya! Ahora, ya sabes qué hacer con ella…
¡Valórate! Si no lo haces tú, nadie lo hará por ti, porque cada decisión que quieras tomar ante cualquier circunstancia, desarrollará mejor tu asertividad; a razón de que este es uno de los pilares principales que satisfacen por completo a tu autoestima; y te ayudan a dominar los problemas de una forma más segura, mostrando cuáles son las respectivas soluciones.