En el competitivo entorno empresarial de hoy es cada vez más necesario crear equipos ágiles y dinámicos que alcancen los objetivos propuestos. Para ello será necesario fomentar una cultura orientada a metas inteligentes, realistas y alcanzables.
¿Cómo fomentar una cultura orientada a metas?
Las metas son necesarias para cualquier organización; sin metas es imposible tener un rumbo, lograr las cosas sin divagar demasiado o cometer errores. También es improbable que los equipos trabajen de forma eficiente, estén motivados y aprovechen mejor los recursos cuando no hay una planificación detrás.
Entonces, crear una filosofía empresarial y alinear a todos los miembros de la empresa a seguirla es vital. Es necesario que ellos crean en los proyectos que se implementan y hagan todo lo posible por acercarse a las metas comunes.
Para esto es necesario formar equipos ágiles y dinámicos, ya que estos pueden tener una cultura orientada a metas mucho más efectiva.
Cultura orientada a metas: ¿Qué son los equipos ágiles y dinámicos?
Aunque te fijes objetivos, si no formas un equipo de trabajo efectivo y capaz te será muy difícil alcanzarlos.
Entonces los equipos ágiles y dinámicos son grupos de profesionales capacitados para llevar un proyecto hasta buen término; esto incluye visualizar, planificar y ejecutar todas las estrategias necesarias para llegar a la meta, y afrontando de forma exitosa cualquier reto o desafío.
Este equipo deberá estar conformado por todos aquellos involucrados en la ejecución de un proyecto; por ejemplo, miembros del personal de la empresa, trabajadores independientes, contratistas, proveedores, etc. Cada uno podrá aportar soluciones adaptadas a cada necesidad y encaminar al resto del equipo a alcanzar los objetivos.
Conocer de primera mano los roles que se asignan en los equipos dinámicos para fomentar una cultura orientada a metas es importante. Estos son:
Creador o propietario
Este es uno de los roles más importantes del equipo, ya que es quien está en contacto con las partes interesadas. Su función es facilitar la alineación de los objetivos que se quieren alcanzar con cada proyecto.
Asume el liderazgo de guiar y encaminar al equipo en cada etapa del proceso, evitando retrasos o desvíos innecesarios. También lidera la comunicación empresarial, asegurándose de que todos los miembros tengan acceso a la misma información actualizada.
Facilitador del equipo
Si bien el propietario estructura el plan de acción general, el facilitador lo supervisa y hace que se cumpla al mínimo detalle.
Este debe tener un conocimiento muy profundo de los procesos y tareas que se realizan en pro de los objetivos; por lo tanto, sabe dirigir al equipo en la realización de dichas tareas, dando mayor prioridad a las más importantes, o las que lleven más tiempo.
Puede ayudar al equipo a cumplir mejor con sus asignaciones, así como distribuir los talentos de cada uno de forma inteligente.
El facilitador responde dudas durante el proceso y decide qué enfoque será el más apropiado en cada etapa.
Miembros del equipo
Son la fuerza de trabajo imperante, los que trasladan a la realidad la idea del creador bajo la dirección del facilitador.
Son los que realizan todas las tareas de tipo obrero, y se adaptan a los plazos acordados. Los obreros deben trabajar de forma eficiente para poder terminar las tareas rápido, pero sin que se vea afectada negativamente la calidad del trabajo.
Como vemos, contar con un buen equipo y fomentar una cultura orientada a metas te ayudará a alcanzar el éxito de todos los proyectos que impulses.